martes, 11 de junio de 2013

De Amman (Jordania) a Kathmandu (Nepal).


No fueron mas de 3 horas de vuelo hasta Dubai, donde nos quedaríamos 10 horas, hasta coger el siguiente vuelo a la capital nepalí.

No queríamos salir del aeropuerto para no gastar dinero, pero estar entre las 2 de la mañana y las 12 del medio día, en la terminal 2 del aeropuerto de Dubai (que no tiene absolutamente nada que ver con la fabulosa terminal 1) se nos hizo realmente agotador.

Llegaríamos a Kathmandu a eso de las 6 de la tarde. Tardamos bastante en sacarnos el visado entre papeleo, cambio de dinero y demás. Finalmente, y y con el sello en el pasaporte, solo nos quedaba recoger las maletas que no habíamos visto desde... Amman!.

Apenas quedaba gente recogiendo maletas en un carrusel que parecía de juguete cuando la mochila de Sabri seguía sin aparecer. Nos dividimos para buscarla entre la gente que quedaba, cuando finalmente la veo aparecer a lo lejos con su mochila y... cara de mala leche. Un hombre se la "estaba guardando" con lo que la pedía un dinero por ello. Evidentemente no le dio nada, pero vimos que había sido abierta... pero... donde! Afortunadamente no había desaparecido nada pero la ilusión con la que entrábamos al país había disminuido considerablemente.

Menos mal que habíamos hablado con el dueño del hotel para que nos recogiera en el aeropuerto y tener q evitarnos pelearnos con los taxistas.

Despues de un rato esperando, ahi estaba el dueño del hotel, rodeado de "ayudantes" con tal de que les dieramos unas rupias.

Tengo que decir que la llegada a la capital llego a ser de shock. A las 7 PM ya era de noche, pero es que no había ni una luz en el recorrido hacia el hotel. Solo gente, mucha gente y muchos coches pasando y pitando sin parar por carreteras sin asfaltar y un monton de polvo. Fue justo la típica imagen que tenia de la India...

Bienvenidos a Kathmandu!

Ya en el hotel, (bastante básico por el precio que pagaríamos) nos empezamos a enterar como estaban las cosas por aqui... Que si cortes diarios de luz de 8 horas (a veces hasta 18 o mas), huelgas (dia si, dia tambien) en todos los sectores, corrupcion politica... vamos, que nos quejamos de Europa, pensamos...

Gracias a un buen amigo de Madrid (David) que gestiona la ONG (Nepal Sonrie), nos facilito el contacto de Udai, un chico muy majo que colabora con ellos y que hace a la vez de guía, pudimos saber mas sobre esta caótica ciudad y conocer sus principales "atractivos". Exactamente, la Durbar Square y el Templo de los monos, donde se encuentra una de las mas famosas estupas del país, y desde donde podías divisar casi toda la ciudad, (ya que esta en lo alto de una colina) y conocer algo mas sobre la religión budista.

Fue gracias a el, quien nos puso en contacto con otro amigo para poder hacer la ruta por el Anapurna que tantas ganas teníamos, aunque no llegamos a reservar nada por el momento.

Al día siguiente nos íbamos a Hetauda, otra pequeña ciudad de Nepal, para conocer de cerca como trabajan ciertas ONG's como "Eduvision" o "Nepal Sonrie".

Alli nos esperaria Surendra, presidente de Eduvision para mostrarnos todos los proyectos en los que estan metidos.


Foto portada: Julen Esnal

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